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Starbucks y su servicio a indigentes
Por: Pavel M.
¿En tu ciudad habita un gran número de indigentes en el centro?
Vivo en Estados Unidos, en un pequeño poblado llamado Davis. Davis es conocido como un “pueblo universitario” debido a que la ciudad se expandió a partir del establecimiento de la Universidad de California, Davis (en inglés: University of California, Davis) en 1905. Así que a diario se ven estudiantes por la ciudad. Sin embargo, en mis seis años viviendo aquí, he notado la emergencia de otra
demografía: los indigentes. Siendo inmigrante de México, estoy más que acostumbrado a ver esta situación. Sin embargo, aquí en Davis, creo haber empezado a entender por qué ha habido un incremento de indigentes.
En mi mente ansiosa, no puedo evitar pensar en cómo el gobierno local de Davis podría ayudar a estas personas. Ahora bien, debo decir que sí existen centros de comida en la ciudad que proveen alimentos a personas de bajos recursos, pero algunos son solo para estudiantes universitarios, otros no son muy conocidos o
abren tarde. Tener recursos no es el problema en Davis, sino la baja accesibilidad y falta de conocimiento de estos recursos. Entonces, ¿qué ofrece Davis que crea una atracción para los indigentes?
Debido a la naturaleza de mi trabajo reciente, a menudo salgo de mi casa a las 6 de la mañana, y los únicos lugares abiertos a esa hora son los cafés del centro. Estos abren desde las 5:30 am. En mi caso, suelo ir al Starbucks (donde, por cierto, son las
6 am mientras escribo esto), y en mis múltiples visitas matutinas he visto a muchos indigentes entrar al establecimiento. Me preguntaba a dónde recurrían ellos para satisfacer sus necesidades básicas, como agua, entre otras cosas, y para mi sorpresa, cada mañana veo indigentes entrar a pedir agua, usar el baño, y hoy incluso vi a
alguien pedir servilletas. Cabe destacar que el establecimiento no les prohíbe la entrada a estas personas; al contrario, les permite quedarse adentro, escapando del frío de las mañanas, aún sin consumir nada. Y esto me hizo reflexionar: los establecimientos privados están proveyendo un servicio a los indigentes, que yo
pensaría debería ser responsabilidad del gobierno local.
Este fenómeno me impresiona mucho. Hasta ahora, mi impresión era que las corporaciones privadas eran las más frías hacia los indigentes, pero en el caso de Davis, parece ser lo contrario. Sin embargo, no dejo de pensar en cuánto se beneficiarían los indigentes de tener un centro de comida y refugio en el centro de la ciudad, donde pudieran encontrar refugio adecuado.