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¡Seis normalistas estuvieron vivos cuatro días! Después, Coronel dio la orden de asesinarlos y desaparecerlos

Seis normalistas de Ayotzinapa de los 43 desaparecidos terminaron entre la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en un lugar que llaman la Bodega Vieja en Iguala, Guerrero, donde permanecieron cuatro días vivos, hasta que fueron entregados al coronel José Rodríguez Pérez, entonces comandante del 27 Batallón […]

Luca Granados 26-08-2022 / 22:23:20

Seis normalistas de Ayotzinapa de los 43 desaparecidos terminaron entre la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en un lugar que llaman la Bodega Vieja en Iguala, Guerrero, donde permanecieron cuatro días vivos, hasta que fueron entregados al coronel José Rodríguez Pérez, entonces comandante del 27 Batallón de Infantería en Iguala, y quien habría dado la orden de ultimarlos y desaparecerlos.

Lo anterior es parte del informe detallado que dio a conocer Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, quien confirmó que “llamadas al teléfono de emergencia 089 acreditaron que presuntamente seis de los estudiantes estuvieron retenidos durante varios días y con vida”.

Ahora el coronal tiene una orden de aprehensión en su contra por el Caso Ayotzinapa.

Durante la mañanera del viernes 28 de agosto de 2022, Alejandro Encinas, presidente de la Comisión de la Verdad del Caso Ayotzinapa desglosó de forma detallada el informe de la Comisión dado a conocer en días recientes.

Señaló que previo a la detención, los seis normalistas de Ayotzinapa eran parte de los jóvenes que corrían por todos lados en Iguala la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, tratando de huir de la represión policial y de Guerreros Unidos.

Lo que no sabían o no intuían era que la orden de darles un “escarmiento ejemplar” y darles “su merecido, vino del lugarteniente de Guerrero Unidos, Gildardo López Astudillo, “El Gil”, en complicidad con las autoridades de los tres niveles de gobierno y del presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, quien tiempo atrás, en julio de 2013, los había amenazado a los normalistas, de que si entraban a Iguala se iban a atener a las consecuencias.

El antecedente de esta amenaza, según Encinas fue porque normalistas de Ayotzinapa tomaron las oficinas del Ayuntamiento de Iguala exigiendo la aparición del dirigente Social Arturo Hernández Cardona, quien apareció asesinado el 3 de julio de 2013, homicidio que se le atribuye a José Luis Abarca y por el cual está detenido, más no por la desaparición de los normalistas.

En el caso de «El Gil fue detenido en septiembre de 2015 y liberado en septiembre de 2019 porque un juez desestimó las prueba en su contra ya que sus declaraciones, dijo, fueron sustentas a través de el método de tortura.

La noche que se perpetró el «Crimen de Estado»

De acuerdo con el informe de la Comisión de la Verdad por el Caso Ayotzinapa, que preside Alejandro Encinas, las autoridades y Guerreros Unidos sabían en todo momento de los movimientos, desde días previos al 26 de  septiembre, e incluso estuvieron “al tanto de su salida de la Escuela Normal de Ayotzinapa hasta su llegada a Iguala” y no para reventar el acto político de la entonces presidente del DIF, María de los Ángeles Pineda, esposa de abarca y actualmente detenida por delincuencia organizado y lavado de dinero, sino para hacerse de camiones para movilizarse a la manifestación del 2 de octubre en la Ciudad de México, ya que días anteriores, les habían cerrado la posibilidad tomar camiones en Chilpancingo.

A su llegada, halcones, sicarios de Guerreros Unidos, policías municipales “y otras autoridades en distintos puntos», avisaron por lo que se montó «un operativo especial que dispersó a los estudiantes en distintas regiones del perímetro de Iguala” para agredirlos“ en donde el grupo de Guerreros Unidos, en coordinación y complicidad con autoridades y fuerzas de seguridad el estado, municipal y federal, ultimaron y desaparecieron a los estudiantes”.

“El grupo delictivo amplió con un amplió número de sicarios de halcones a partir de un mando central y cómo lo vimos, son tres células, pero ocho grupos que estuvieron operando de manera conjunta con apoyo de policías municipales y estatales”, añadió Encinas.

Esa noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 de septiembre, tantos sicarios, autoridades municipales, estatales y militares detuvieron a 43 normalistas de Ayotzinapa y los desaparecieron. Esa noche se perpetró el «Crimen de Estado» de la administración de Enrique Peña Nieto.

Luca Granados