Se materializa la pesadilla: Trump vuelve a la Casa Blanca
El candidato republicano, un criminal condenado por violación y por numerosos delitos fiscales, arrasa entre los votantes blancos y se beneficia del desplome del voto demócrata
De madrugada, se confirmó lo que apuntaban los indicios en la noche: Donald Trump se apuntó la victoria en los estados clave de Pensilvania, Michigan y Wisconsin y, con ello, selló su triunfante regreso a la Casa Blanca a partir del 20 de enero de 2025, tras rebasar los 270 de 538 votos electorales necesarios para ganar la elección.
Serán cuatro años de Trump al mando del Estado más poderoso del planeta y, sin la presión de una eventual reelección -porque ni la Constitución ni la edad se lo permitirán-, serán cuatro años de una política derechista y autoritaria desatada, de la venganza del magnate como leit motiv de su estilo de hacer política. Venganza contra quienes lo juzgaron, en tribunales o en las calles, venganza contra las mujeres, venganza contra las minorías étcnicas -especialmente contra la comunidad latina- y venganza contra todo aquel a quien Trump considere un oponente político.
Porque, además, esta versión 2.0 del trumpismo es una versión sin cortapisas. Si durante su primer mandato, el republicano se rodeó de asesores de corte tradicional, ahora está rodeado de fanáticos y aduladores, lo que promete que haya muchos menos escenas en que alguien, dentro del despacho oval, le diga: "Señor presidente, no puede hacer eso".
Esto, ligado a la reciente sentencia de la Corte Suprema de EU, que en resumidas cuentas le da inmunidad al presidente en turno del país en el ejercicio de sus funciones, promete un torrente de ilegalidades del gobierno federal, una vez Trump tome posesión.
Mientras tanto, la candidata demócrata, Kamala Harris, se resignó ya en la mañana de este miércoles y concedió la victoria a su rival. Las pocas esperanzas progresistas en EU en este momento se centran en la Cámara de Representantes, donde la carrera por su control se mantiene ajustada y los demócratas aun cuentan con opciones de ganar.
No así en el Senado, donde los republicanos también se adjudicaron la victoria, sumando ya al menos 52 de sus 100 escaños totales, y que probablemente terminarán siendo 54. Esta es una mayoría suficiente para que Trump cuente con un amplio margen legislativo, al menos durante los primeros dos años de su mandato, hasta las elecciones intermedias de 2026.
Imagen: Donald Trump. Crédito: The New York Times.