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Protestas y reacciones internacionales tras la reelección de Nicolás Maduro en Venezuela: ¿Qué dicen las actas de escrutinio?
Los resultados de la jornada electoral en Venezuela desataron una nueva crisis política con repercusiones a nivel mundial
En la madrugada del lunes 29 de julio pasado, el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela. Esta proclamación se realizó a pesar de que este organismo no presentó los resultados detallados de cada mesa, tal como lo solicitaron los líderes de la oposición, encabezada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, y otros países de América Latina y el mundo.
Según el CNE, hubo un resultado a favor del actual mandatario Nicolás Maduro, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien habría obtenido un 51,2% de los votos, contra un 44,2% del candidato opositor Edmundo González Urrutia, de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Después del anuncio del organismo encargado de la organización y supervisión de los procesos electorales en Venezuela, María Corina Machado y Edmundo González Urrutia pronunciaron un discurso denunciando lo que califican como fraude electoral. Machado afirmó que la oposición solo tuvo acceso al 40% de las actas de votación y que, sin una explicación oficial, se detuvo el procesamiento de estas actas y el envío de datos. También sostuvo que, hasta ese momento, González Urrutia llevaba una ventaja del 40%; basándose en las actas en posesión de los testigos de la oposición, aseguran que González Urrutia contaba con el 70% de los votos, mientras que Maduro tenía el 30%.
El lunes por la noche, en una conferencia de prensa, Machado y González Urrutia informaron que los activistas electorales de la oposición habían logrado recopilar el 73.2% de las actas. Según el conteo de estos votos, Edmundo González obtuvo 6.25 millones de votos, mientras que Nicolás Maduro recibió 2.28 millones, marcando una diferencia de casi 4 millones de votos.
Una vez que se dieron a conocer los resultados electorales, se dio inicio a una ola de protestas en las calles, especialmente en zonas populares de más de veinte estados venezolanos, así como en la capital, Caracas. Ante esto, la represión policial no se hizo esperar, resultando en al menos 12 muertos, decenas de heridos y más de 50 personas arrestadas. En este contexto, y sin datos o una resolución oficial sobre lo ocurrido, Maduro se presentó en el CNE, en donde el rector principal, Elvis Amoroso, dio un mensaje por redes sociales proclamándolo presidente reelecto.
Reacciones internacionales a la elección en Venezuela
Los presidentes de México, Colombia y Brasil exigieron aclaraciones por los números electorales y, al mismo tiempo, rechazaron la injerencia de terceros países o de la OEA.
En esa línea, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió al CNE una “transparencia total” en el proceso electoral y urgió a “publicar de manera oportuna los resultados de las elecciones junto con un desglose por colegios electorales”. España también solicitó la publicación de las actas "mesa por mesa" para verificar el resultado. El gobierno de los Estados Unidos no solo reclamó a Maduro que haga públicas las actas oficiales completas de los resultados de las elecciones presidenciales, sino que reconoció el pasado jueves a Edmundo González Urrutia como ganador de las elecciones presidenciales de Venezuela.
En contraste, países como Bolivia y Cuba, junto con China y Rusia, dieron su reconocimiento a los resultados el domingo por la noche y el lunes, resaltando su influencia en el contexto geopolítico de Venezuela.
¿Qué son las actas de escrutinio y por qué son claves para determinar el resultado?
Aunque Venezuela utiliza un sistema de voto electrónico, existe una trazabilidad a través de comprobantes impresos. Estos comprobantes permiten a los testigos electorales de los diversos partidos políticos, presentes en cada mesa de votación, seguir el proceso.
En este sistema electrónico, el ciudadano llega a su mesa, se identifica mediante su huella digital y luego utiliza una máquina para emitir su voto. Al inicio de la jornada electoral, esta genera un acta que indica que todos los candidatos tienen 0 votos y presenta en pantalla las fotos de los candidatos presidenciales, para que el votante elija. Inicialmente, cada mesa emite un acta impresa de inicio del proceso. Posteriormente, cada voto electrónico genera un comprobante en papel, que el elector revisa para confirmar su elección. Este comprobante se deposita en una urna.
Al finalizar la jornada en cada centro de votación, las máquinas generan actas de escrutinio con los resultados de cada mesa, entregando copias a los testigos de los partidos. Luego, estos resultados se transmiten al CNE. El domingo pasado, el proceso se detuvo tras contabilizar el 40% de las actas, que es el porcentaje que la oposición informó tener en su poder inicialmente. Dado que el Consejo Nacional Electoral aún no ha publicado las actas de cada mesa, no es posible compararlas con las proporcionadas por la oposición, y así poder verificar si coinciden o presentan diferencias.
La OEA no consigue acuerdo para publicar actas de escrutinio de Venezuela
El departamento de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) expuso un informe que señalaba que el CNE de Venezuela no presentó detalles sobre las actas electorales procesadas al declarar al presidente Nicolás Maduro como ganador. Sin embargo, esta resolución, que exigía a Venezuela la publicación de las actas de votación y la garantía de seguridad para el personal diplomático en el país, no tuvo éxito. La propuesta de la OEA, compuesta por 34 países americanos, y de los cuales Venezuela no forma parte, recibió 17 votos a favor, ningún voto en contra y 11 abstenciones durante la reunión extraordinaria.
Los 17 países que apoyaron la resolución del Consejo Permanente fueron: Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam y Uruguay. Por otro lado, las 11 abstenciones incluyeron a Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Dominica, Granada, Honduras, San Cristóbal y Nieves, y Santa Lucía. México por su parte, no participó de la Asamblea.