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Netanyahu en Washington: La Vergonzosa Aprobación del Genocidio

En un contexto de devastación en Gaza, Netanyahu se dirigió al Congreso para justificar las acciones israelíes, provocando una serie de protestas y una notable oposición dentro de la Cámara, encabezada por la congresista Rashida Tlaib.

Mafer Alarcón 25-07-2024 / 19:25:39

Este 24 de julio de 2024 quedará marcado como un día de vergüenza en la historia del Congreso de Estados Unidos, cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se presentó ante la Cámara para hacer un discurso que no solo reafirma su genocidio en Gaza, sino que también ilustra el profundo desprecio de Estados Unidos por el sufrimiento palestino. Esta visita no solo representa una afrenta a la justicia internacional, sino que revela la continua complicidad de Washington en la violencia y la opresión perpetradas por Israel.


Un Breve Contexto Histórico: La Ocupación Israelí y el Inicio del Conflicto

Para entender el contexto de la visita de Netanyahu, es crucial recordar cómo se ha desarrollado la ocupación israelí a lo largo del tiempo. Desde la creación del Estado de Israel en 1948, la política de ocupación y expansión ha sido una constante. La Nakba, o "catástrofe" en árabe, marcó el comienzo de la diáspora palestina y la ocupación de tierras palestinas. En 1967, la ocupación se consolidó con la Guerra de los Seis Días, cuando Israel se apoderó de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, regiones que el derecho internacional considera ocupadas ilegalmente.

La guerra actual, que estalló el 7 de octubre de 2023 tras un ataque sorpresa de Hamás, ha llevado la ocupación a niveles escalofriantes. Israel ha respondido con una ofensiva brutal, dejando más de 39,000 muertos en Gaza, la mayoría de ellos civiles. Este contexto de violencia desmedida no es un incidente aislado, sino el resultado de décadas de opresión y deshumanización sistemática del pueblo palestino.


El Discurso de Netanyahu: Un Muestra de Desprecio y Genocidio

Durante su discurso en el Congreso, Netanyahu presentó varios puntos clave que reflejan su visión belicista y su desdén por el sufrimiento palestino:


  1. "Unidos para Ganar": Un Llamado a la Guerra Sin Fin

Netanyahu comenzó su discurso con una afirmación de unidad entre Estados Unidos e Israel, diciendo: "Debemos permanecer unidos para ganar contra aquellos que quieren destruir nuestra civilización". Esta retórica, que presenta a los adversarios de Israel como amenazas existenciales, es una forma de justificar la continua agresión militar. Esta perspectiva no solo deshumaniza a los palestinos, sino que también ignora el derecho internacional y las resoluciones de la ONU que condenan la ocupación y la agresión israelí.

  1. El 7 de Octubre como "Fecha de Infamia"


Netanyahu describió el ataque del 7 de octubre como "una fecha que vivirá en la infamia", evocando el lenguaje de la Segunda Guerra Mundial para contextualizar el conflicto actual. Al hacerlo, Netanyahu intenta legitimar su respuesta desproporcionada, en la que más de 39,000 palestinos han perdido la vida. Esta narrativa busca consolidar la percepción de Israel como víctima y desviar la atención de la brutalidad de sus acciones.


  1. "Idiotas Útiles de Irán" y Ataques a Manifestantes

En un momento particularmente incendiario, Netanyahu arremetió contra los manifestantes que se oponían a su visita, llamándolos "idiotas útiles de Irán". Esta declaración no solo es una burda descalificación de los críticos, sino que también refleja una estrategia de scapegoating que desvía la atención de la agresión israelí y busca legitimar la represión interna y externa. Al utilizar el nombre de Irán, Netanyahu intenta vincular a sus oponentes con un enemigo geopolítico conveniente, en lugar de enfrentar las críticas por sus propias acciones.


  1. Apoyo a los Rehenes de Hamás

Otro punto en el discurso fue el llamado a acelerar los esfuerzos para liberar a los rehenes capturados por Hamás durante el ataque de octubre. Mientras que la preocupación por los rehenes es válida, Netanyahu usó esta cuestión para reforzar su posición de víctima y para justificar aún más su agresión en Gaza, ignorando a los rehenes que tiene Israel. Esta estrategia no aborda la crisis humanitaria en Gaza y sirve para manipular la opinión pública a favor de una mayor intervención militar.


Protestas y Resistencia: Un Eco de la Desobediencia Moral

Mientras Netanyahu se dirigía al Congreso, la reacción de gran parte del pueblo estadounidense fue clara y contundente. Fuera del Capitolio, miles de manifestantes se reunieron para protestar contra la visita y su agenda genocida. Estas protestas, organizadas por grupos pro palestinos y defensores de los derechos humanos, denunciaron el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la campaña militar israelí en Gaza.

En el Congreso, la congresista Rashida Tlaib, la única palestino-estadounidense en la Cámara, realizó una protesta personal sin precedentes. Tlaib se mostró enérgica al sostener un cartel que acusaba a Netanyahu de ser un "criminal de guerra" y de ser "culpable de genocidio". Su acción no solo fue un acto de valentía, sino una poderosa declaración en un momento en que el liderazgo estadounidense parece estar completamente desconectado de la realidad y la ética.


El Contexto Electoral y la Alianza de EE.UU.

La visita de Netanyahu se produce en un momento electoral delicado en Estados Unidos. En plena campaña para las elecciones presidenciales de 2024, con Donald Trump y Kamala Harris como representantes de sus partidos, la presencia de Netanyahu en el Congreso destaca la hipocresía y el cinismo de la política exterior.

Mientras el presidente Joe Biden y muchos legisladores demócratas siguen brindando apoyo incondicional a Israel, la congresista Tlaib y otros miembros progresistas han demostrado un coraje moral que contrasta con la actitud de la mayoría ante la tragedia que es Gaza. La postura de figuras clave como Kamala Harris ante la visita de Netanyahu, mientras se encuentra en plena campaña, subraya la manipulación política de la situación. En lugar de enfrentar a Netanyahu y exigir rendición de cuentas, muchos políticos estadounidenses parecen más interesados en mantener sus posturas pro-Israel para asegurar apoyo electoral y financiero.

La visita de Benjamin Netanyahu al Congreso de Estados Unidos es un día que debería ser recordado como un símbolo de la complicidad y la falta de ética en la política internacional. El genocidio en Gaza, perpetuado bajo el liderazgo de Netanyahu y con el apoyo implícito de Estados Unidos, sigue sin recibir la condena y el castigo que merece. La retórica de Netanyahu, su demanda de más armas y la respuesta tibia de muchos políticos demuestran un desprecio alarmante por los derechos humanos y la justicia.

La resistencia de los manifestantes y la valentía de Rashida Tlaib ofrecen una chispa de esperanza en medio de la oscuridad, recordándonos que, incluso en los momentos más sombríos, hay quienes se alzan en defensa de la justicia. Mientras el Congreso aplaude a un líder que continúa perpetrando atrocidades, el mundo observa y debe demandar una rendición de cuentas verdadera y un cambio en la política que permita un futuro de paz y dignidad para el pueblo palestino.


Mafer Alarcón