La generación de mujeres que ya no se quedan calladas

«Me puedo comprar mis propias flores, puedo llevarme a bailar, puedo amarme mejor que tú» es una de las tantas frases que resaltan o resuenan en nuestros oídos y no abandonan nuestras mentes desde este viernes 13 de enero en el que Miley Cyrus estrenó su nuevo sencillo «Flowers», una canción poderosa, con una gran energía y que ha permeado en el autoestima de muchas mujeres positivamente.

El mismo día, Shakira lanza su último sencillo en el que resaltamos la frase de «Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan” misma canción que habla sobre su proceso de duelo ante su divorcio.

Otro de los grandes estrenos de la misma semana fue la película llamada «Ruido» dirigida por Natalia Beristain, quien retrata las desapariciones recurrentes en San Luis Potosí, México, dándole voz a uno de los colectivos de búsqueda de ese mismo Estado, con el objetivo de visibilizar la lucha de las madres, hermanas, hijas e hijos, activistas y periodistas contra el mismo sistema que bloquea el acceso a la justicia pronta y expedita.

Bueno pues, estas tres piezas son un ejemplo de que esta es la generación de mujeres que ya no están dispuestas a quedarse calladas ante ninguna injusticia, ni dispuestas a dejar que les digan cómo vivir sus duelos o su vida en general.

Estamos viviendo el tiempo en el que mujeres con mucha valentía, tomamos espacios que nos corresponden por naturaleza pero que socialmente e históricamente se nos han negado, estamos siendo parte de la generación de mujeres que ya no están dispuestas a quedarse calladas nunca más.

Hoy hablo de la importancia que tiene la voz de las mujeres en la vida pública porque hoy, me integro a ser parte de este gran proyecto llamado «La Audiencia» medio enfocado en abrir caminos para las mujeres jóvenes dándonos la oportunidad de plasmar en distintos formatos, los temas que necesita ver la sociedad con una real perspectiva feminista.

Nos estaremos leyendo seguido, deseando que sea un espacio de amplio debate y de mutuo crecimiento personal.

¡Hasta la próxima!